Entrevista: Referente de la Junta Evaluadora de la ciudad de Villa Regina. Candela Brignardelo
entrevista en uno de los ámbitos del sistema de salud, que me permitiera identificar la accesibilidad
desde su multidimensionalidad.
Tras la entrevista realizada a la Junta Evaluadora de la ciudad de Villa Regina, R.N; se pueden
detectar diversas barreras, las cuales predominan unas por sobre otras pero trataré de analizarlas
desde su totalidad.
Existen diferentes clasificaciones de barreras, algunas más amplias y otras más específicas,
Sasaki, R. (2005) nos invita a pensarlas cambiando la mirada, desde la perspectiva de
accesibilidad.
Una de las dimensiones, que desarrolla este autor, es con respecto a la accesibilidad arquitectónica,
cabe aclarar, que se encuentra en el hospital, primer piso. El lugar cuenta con rampas, escaleras y ascensores no identificados, de los cuales la mayoría de la población desconoce su uso. El edificio cuenta con muchos desniveles. Realizando el trayecto pude vislumbrar que no hay indicciones para llegar, se debe preguntar reiteradas veces como dirigirse. Cuando así es, en la puerta “5” se recibe a las personas con un cartel hoja A4 y en letra cursiva y remarcado con fibrón negro “Junta evaluadora de discapacidad”. Por otra parte, los pasillos son estrechos en los que se acumulan personas que quieren acudir a los distintos consultorios que allí también se encuentran; ya que frente a la junta, funcionan consultorios externos. También, al haber pocas sillas hace que todos los pacientes se apoyen en las paredes y/o puertas interrumpiendo a quienes ingresan. Desde el ingreso al Hospital, en relación a la accesibilidad, en dicho establecimiento se pueden identificar ciertas características de carencia accesible. Esta realidad, acontece en una serie de preguntas: La Junta Evaluadora ¿favorece la realización del CUD para las personas con discapacidad? o presenta una barrera más; ¿Se puede considerar que es el lugar más accesible para las personas que acuden?
En cuanto a otra de las dimensiones de la accesibilidad, la comunicacional: Podríamos preguntarnos entonces… ¿Dónde se indica que la junta evaluadora está ahí? ¿Cómo se identifica? ¿Presenta un logo? ¿Qué información se brinda?, dicha información ¿es accesible para todos? ¿Hay alguien que pueda interpretar lengua de señas?, Los formularios que presentan ¿son accesibles? ¿En qué formato se dan?, la propuesta interdisciplinaria de la Junta Evaluadora pretende una mirada integral de la PcD? ¿quiénes participan de ella?.
En pos de realizar un análisis de las múltiples dimensiones que Sasaki, R. (2005) desarrolla en referencia a la accesibilidad, es importante aclarar que cuando pensamos la discapacidad sólo desde la perspectiva médica la reducimos al orden biológico, a deficiencias y la asociamos con diagnósticos, queda ubicada en el individuo como tragedia personal (Oliver, 1998). La perspectiva sociopolítica rompe con estos presupuestos dando lugar a un cambio en la forma de concebir e intervenir sobre los problemas que encuentran las personas con discapacidad. Este enfoque, nos invita a repensar nuestras prácticas, los entornos y sentidos que dan lugar a barreras para la participación plena.
En este sentido, podríamos pensar entonces, de qué manera la dimensión tecnológica de la accesibilidad, que es transversal a las demás dimensiones, podría permitirnos pensar una junta para todos.
Por otra parte, es importante comprender el carácter dual de esta certificación (CUD): por un lado funciona como herramienta de derecho que facilita el acceso a los servicios de salud; por otro lado, actúa como una política que refuerza la discriminación, excluye y etiqueta a las personas. Por lo tanto, podemos pensar al CUD también como un constructo teórico donde se contradice lo establecido como política en sí, con el impacto social en la práctica.
Aunque es importante luchar para que quienes lo necesiten puedan obtener el CUD y acceder a los servicios de salud, la perspectiva ideal es eliminar las barreras que dificultan el acceso al sistema sanitario. Así, el objetivo a largo plazo sería que el certificado deje de ser necesario. ¿O a caso no podemos pensar en que no exista certificado alguno? insisto, debemos encaminarnos hacia un sistema universal y accesible para todas las personas. De esta manera, se basa en la idea de construir un sistema que no dependa de clasificaciones o etiquetas para garantizar derechos y si pensar en políticas inclusivas que sean capaces de eliminar barreras en los distintos ámbitos que todas las personas frecuentamos, sea en salud, educación, empleo, entre otros.
La accesibilidad tecnológica, en palabras de Fioretti, N. (2024) es una dimensión que atraviesa a las demás dimensiones de la accesibilidad. Cita a González, (2017) y dice: “(…) debemos tener en cuenta que ninguno de estos facilitadores puede implementarse sin un cambio actitudinal, sin la eliminación de las barreras actitudinales. Debemos fortalecer los procesos de formación, de difusión, de concientización. Al mismo tiempo, producir accesibilidad en el espacio público invita a poder desarrollar tareas de la vida cotidiana.
Por lo que algunos aspectos relevantes que debemos tener en cuenta parte de que cada persona tendrá una necesidad diferente, los productos de apoyo buscan funcionar como facilitadores, las tecnologías de apoyo tienen vastos alcances y también tienen limitaciones. Se sugiere además, trabajar con algunas herramientas tales como:
Formas de acceso (audio, texto, imagen, etc.)
Formatos de acceso: papel, computadora, celular, Tablet, etc.
Herramientas de acceso: subtítulos, audio-descripción, audiolibros, interpretación en Lengua de Señas (LSA).
A continuación, se adjunta el enlace a la entrevista para mayor profundidad e interés acerca del tema: Entrevista a la referente del área administrativa de la junta evaluadora de Villa Regina
Además, se adjunta el enlace para acceder al audio descriptivo del presente escrito: https://voca.ro/1703yH3MdbJu
Bibliografía:
Fioretti, N. (2021). Apuntes de cátedra: “Enter a la accesibilidad”. Seminario TIC en Educación Especial. IFDC Villa Regina.
Oliver, M. (1998). ¿Una Sociología de la discapacidad o una sociología discapacitada? En: Barton, L. Discapacidad y Sociedad, Cap. II, Madrid, Morata
Werneck, C. (2005). Manual sobre Desarrollo Inclusivo para los Medios y Profesionales de la Comunicación, Escola Da Gente- WVA Editora, Río de Janeiro
Comentarios
Publicar un comentario